Todos hacemos cosas sin pensar, de esas que te salen en automático. Pero oiga, una cosa es eso y otra muy diferente no tener riego suficiente en esas cacho cabezas para darse cuenta de cuando estas haciendo algo antinatural. De muestra un botón.
Suena el teléfono.
- Oye huma, pásame con querico que tengo que hablar con el.
- Pues llámale.
- Que no puedo, que están los teléfonos rotos.
- Aban.
- ¿Que?
- Que digo que aban, est....aban.
- ¿Ya los han arreglado?
- Pero tu con que me llamas alma de cántaro ¿Con un tam-tam?
- Ahh, uy, jeje, ya, si, vale, le llamo.
lunes, 25 de agosto de 2008
Pensar antes de actuar.
Etiquetas: Telefonazos
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