Que poco hago, pero que bien quedo.

Me encuentro medianamente relajado. Estoy dibujando unas modificaciones de poca chicha cuando entra por la puerta el señor Supo. Se ha ido a tomar vientos la relajación.
Dejo de tocar el ratón y el teclado, giro unos sesenta grados la silla y me dispongo a escuchar todo lo que tenga que decirme, a fin de cuentas me pagan por ello.
Comienza a contarme que quieren hacer una modificación del copón divino, que hace falta poner esto y aquello y lo de mas allá. Yo hago como que escucho atentamente todo lo que me esta contando, mientras repaso mentalmente otros asuntos de entidad como:

Modo pensamiento ON
¿Darán algo decente esta noche en la tele?
¿Se me habrá formado pelusilla en el ombligo? ¿A ver? No, mejor ahora no toco…
¡¡Me aburroooooo!!
Un elefante se balanceaba sobre la tela……
¿Tiene mocos?
¡¡Me aburroooooo!!
Modo pensamiento OFF.

No penséis mal de mi. Bueno si, pensarlo, pero no esta vez que no es que no quiera escucharlo, es que esta película ya me la ha contado en mas de una ocasión mi queridísimo y amadísimo Cheriff amen de otras personalidades, incluido el amigo Supo y el muy lechón no se debe de acordar.
En el momento en que finaliza el relato, yo paso a lo que me interesa, que es lo que también le interesa a el.

- ¿Y que quieres de mi?
- Pues me hace falta blablabla y blablabla y blablabla.

Como lo expresaría yo. Si quisiese empapelar su casa, este vive en la Moncloa o en un edificio de superficie semejante, quiere poner cada pared de un color y a escogido de todos los catálogos y casas comerciales que tendríamos en la puta tienda.
Se me tiene que haber quedado una cara de marsupial disecado que no se la salta un gitano, algo así como Mr. Bean viendo un documental de la 2.
Un vez recuperada mi presencia de espíritu, he tratado de explicarle lo que implica la realización del trabajo.

- Pues mira, a ver como te lo cuento. Tengo que buscar aquí, allá y acullá. Comprobar documentación, contrastarla. No veas tu la cantidad de planos en los que me tengo que meter, mas de un centenar de seguro y posiblemente mas de doscientos. Parte estará en formato digital, pero otra parte solo la localizaremos en papel. Quieres que con ello te haga un informe de todo, el cual tendré que hacértelo cronológicamente. No veas tu el lío, porque no lo tendremos todo y habrá que comprobar que es lo que no tenemos…
- Ya me imagino que va a ser costoso.

Modo pensamiento ON
¿Se imagina que va a ser costoso? ¿Esto es un atisbo de comprensión? Joder, joder, joder, aquí hay una fuga radioactiva o algo similar.
Modo pensamiento OFF

La conversación continua de la siguiente forma:

- Bueno, que te parece si comienzo con ello mañana, es que hoy quería acabar de dibujar esto.
- No tengo prisa, me parece bien que empieces mañana. (Esto empieza bien…)
- Mientras me lo entregues mañana mismo. (…y ha acabado de puto culo).

¿Un atisbo de comprensión? JA JA y JA.
Que cosa me ha recorrido el cuerpo oye. He notado un subidón de temperatura y una hinchazón tremenda en esa vena del costado izquierdo que me riega el cerebro, a la vez que se me han encogido mis partes nobles hasta el tamaño de dos pepitas de uva. Pero que es lo que me ha entendido este hombre, si le acabo de contar que me ha dado trabajo para unos cuantos días.
Inconscientemente y en cuestión de décimas, mi cerebro a barajado las siguientes opciones para reaccionar.

Opción 1: Me levanto, sonrío, me voy hasta la máquina del café que cae en mataporculo y hago como que no ha pasado nada. Se descarta por si sola, ya que posiblemente no le sentaría bien.

Opción 2: Violencia. Saco el escalímetro que tengo afilado y se lo clavo en el centro del pecho en plan matavampiros. La consecuencia de esto sería despido, cárcel, indigencia y morir quemado en un cajero. Esto último es lo que me hecha atrás. (esto es otro tema, pero hay que ser bastante, bastante, vamos, bastante poco persona).

Opción 3: Asiento con la cabeza, y me pongo a ello en ese mismo momento. Si se me hace bien tarde aquí metido, y mañana estoy con ello todo el día y vuelvo a salir tarde, pues para pasado y con poco retraso se lo podría tener medio decentemente hecho. Esta opción la descarte, pero hace no se cuantos años ya.

Opción 4: Solo me río. Queda descartada por poco duradera. A ver si me voy a quedar riendo hasta Navidad y parecería tontito.

Opción 5: Decirle que no hay problema y que para mañana lo tiene hecho y empezar en ese momento a usar la técnica “que poco hago, pero que bien quedo”.

Ahora explico rápidamente en que consiste esta técnica. Busco por encima un poco de información, planos de conjunto y eso. Preparo un mail pechiocho de la muerte, coloco links directos a los documentos que están en red repartidos entre un poco de blablabla en el que dejas claro que te has dado un currazo y sutilmente dejas entrever que no veas lo que queda. Mas sutilmente aun y con otro poco de blablabla insinúas que ya que esta en red, se coma el marrón el que recibe el mail y acabas tecleando muy amablemente, que hay estas para lo que haga falta, si es que no son capaces de hacerlo.

Hay que reconocer que usar esta técnica es ser un cabrón, profesionalmente hablando claro. Pero es que si no te dejan hacer las cosas bien, y quieren que hagas algo si o si, cuantas alternativas quedan.

El escalímetro sigue descartado...........de momento.