Suena el teléfono del trabajo. Ya no se si prefiero que me llamen para darme curro o equivocándose...
- Dígame.
- Medioambienteeeeee?
- No, se ha equivocado.
- No es el Ayuntamientoooooo?
- No que va, esto es una empresa particular.
- Ahh, pueeees me habré equivocadooooo.
- Pues si, adiós.
- Clack
9 segundos después.
- Dígame.
- Medioambienteeeeee?
- Que no, que se equivoca.
- Pero no es el ayuntamientoooooo?
- Ya le he dicho que es una empresa particular.
- Pero no es al 9xx xxxxxx al que llamoooooo?
- Pues si señor, el número es este, se le habrán dado mal.
- Ahh, pueeees me habré equivocadooooo.
- Pues si señor, y dos veces, adiós.
- Clack.
9 segundos después.
- Dígame.
- Medioambienteeeeee?
- Pero oiga, no le dicho que se ha equivocado?
- Ya oiga, pero yo tengo este númeroooooo?
- Si coño, pero lo tiene mal y van tres.
- Clack.
No creo que vuelva a llamar el cantarín este porque...tiriri, tiriri, 9 segundos, han pasado 9 miserables segundos y vuelve a sonar. Ahora me toca a mi.
- Mediambienteeeeee digameeeeee!!!!!!
- Hombre, pues ya era hora de acertaaaaaar.
- Y que se le antoja al canario cantarín?
- Comoooooo?
- Que porque habla usted cantando oiga.
- Como diceeeeee?
- Que me la barnice digo, que no, que te has equivocado otra vez.
- Pero oigaaaaaa.
- Mire, el número de medioambiente es el 9xx xxxxxy.
- Clack.
Buff, le quería dar un numero a bulto, pero me ha salido el del departamento de compras. Bueno, ale, que le aguanten ellos.
lunes, 28 de julio de 2008
Un cantarín al teléfono.
Etiquetas: Telefonazos
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1 Comment:
Muy bueno, jajajaja, con un par de pelotas. hgonzalezg
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