Ya llega la Navidad.

Cuando alguien te pide que le eches una mano en algo que no sabe hacer, pues tu se la hechas sin ningún problema. Cuando quieren que se la eches pero sin pedirlo, para que parezca que no les haces falta, se la echaría al cuello. Mira que les he dejado con marrones por venir de chulos, pero el caso es que no aprenden, o no son capaces una de dos. Lo siguiente me ha pasado hace unas horas.

Entra el “aspirador” por la puerta con un papel en la mano, no da ni los buenos días, se coloca delante de la fotocopiadora, abre la tapa, coloca el papel, cierra la tapa y después de darle al botón gordo unas 500 veces, vuelve la cabeza y me dice tranquilamente.

- Oye huma, esto tiene luces rojas encendidas ¿Es normal?
- Si, es que anuncia la Navidad.
- No, en serio, ¿Es normal?
- ¿Y tu lo eres?
- Oye, un respeto.
- Si hombre si. Le has dado al botón hasta que le has hecho surco, no ha salido una triste copia, tienes el panel lleno de lucecitas rojas parpadeantes, en la pantalla tienes que leer un cartelón bien grande que pone ATASCO y aun estas dudando de la normalidad de la situación. Una de dos, o no eres normal, o quieres que te lo solucione pero sin pedirlo ¿A que si?
- No que va.
- Pues entonces es que no eres normal.

Vista a la pantalla y ni palabrita mas.
Se ha tirado 20 minutos delante de la fotocopiadora para poder desatascarla. Yo habría tardado 2, pero no se me pone hacérselo. Oye, que no ha reconocido que le haces falta ni aunque se lo demuestres o se lo compares con una supuesta irregularidad mental. Un día de estos afilo un escalímetro y la voy a liar parda. Ahhh y lo de “supuesta” creo que es compasión, pero aun no tengo muy claro el sentimiento.