Entras por la puerta de tu casa con ganas de encontrar un rato tranquilo, posas las llaves y antes de que te de tiempo a descalzarte, un señor que no conoces de nada, te arrea un sopapo que te calienta las dos orejas al mismo tiempo y un segundo después se evapora sin que te de tiempo a reaccionar. Tu te haces el despistado haciendo como que no ha pasado nada, y te diriges hacia tu habitación para ponerte cómodo. Cuando te estas quitando los pantalones tratando de encontrar esa comodidad que ansias, una señora de mediana edad que conoces de menos que al tipo del sopapo, te zurra por la retaguardia una patada en sálvese las partes que hace que se te ericen los pelos y que dos lagrimones corran por tus mejillas hasta juntarse en tu barbilla. Antes de que esos dos testimonios de dolor consigan unirse, y mientras tu te vuelves buscando una explicación, la señora desaparece envuelta en un halo de humo. Tu sigues como si tal cosa, tratando de dar normalidad a una situación la cual es imposible que la tenga y caminas todo lo erguido que te permite el dolor y la calentura de orejas hacia el sofá del salón. Justo cuando estas a punto de sentarte cómodamente, tratando de olvidar los momentos anteriores, una señorita te casca un latigazo en los riñones con una vara que intuyes de avellano, y te hace dar un salto de dolor mediante el cual llegas hasta el mueble de la tele y dejas los cuatro dientes frontales clavados a escasos milímetros de ese horroroso jarrón verde que no sabes porque sigue hay posado. Mientras desclavas tu dolorida dentadura del mueble y mirando de reojo, ves como la interfecta hace Pof!! y desaparece de la estancia. Como no te apetece seguir recibiendo leña a diestro y siniestro sin tener posibilidad de defensa, te vuelves a poner los pantalones, vuelves a coger las llaves y te vas de tu casa con la cabeza gacha a dar una vuelta.
Que a que viene esto, pues es como me siento cuando pongo la televisión y por error, despiste u omisión, veo programas tipo “La Noria” en el cual están el tipo, la señora de mediana edad y la señorita. Esta última va a defender a un tipo que puesto hasta los ojos, ha dejado en coma a otro. Si la maltrataba o no, si es mal tipo o no, si el apalizado le insulto o no, son cosas que ni me van ni me vienen, a fin de cuentas ver cosas de este tipo en la tele me hacen sentir como que me están pegando detrás de las orejas y lo único que puedo hacer es marcharme de casa, o en este caso apagar la televisión. Y para colofón, cuando voy a salir por la puerta, otro señor mayor me ha puesto la zalcadilla y casi me doy con la puerta del vecino. Esto se entiende mejor si visitáis las web del programa este (yo no pienso poner el enlace) y os encontráis con que fofito ha salido, o va a salir o yo que se. He cerrado la web sin acabar de leerlo.
Vale, ya, que este blog se supone que no va de estas cosas, a ver si me centro un poquito…
lunes, 8 de septiembre de 2008
Cosas que sientes...
Etiquetas: General
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1 Comment:
Sr. Huma, no haga esas cosas, que la neurona es un ser pequeñito y delicado, y sufre.
Y el vecino, el señor sentido común, está con achaques...
A medida que se cumplen años, parece que el mundo se vuelve cada vez más loco, pero no es verdad, ya lo estaba, solo que ahora les dan turno de palabra a todos esos engendros que antes se ignoraban.
Fofito me da repelús...
Y la señora esa.. lo vi anunciado, y por mi bien mental y el de mi tensión arterial ,(que me pongo de mala osssssssssssssssstia, oiga) huí como una cobardica de la tele....
Dedique su tiempo libre a mejores cosas, que se yo, cómprese la fragata coleccionable y péguese los dedos con el loctite..o juegue a la play, haga un sudoculo...vea un peli ilegal del eburro...o dese un garbeo...
Pero no vuelva a hacer eso otra vez..
Caca.
Pd: el jarrón se lo regaló su amantísima suegra, y por el amor que le profesa a la hija de ésta , en público dirá que es hermoso.Lo ha entendido? ¬¬ ...
Saludos..^^
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