El señorito

En la entrada anterior he escrito la palabra “señorito”. Lo he tecleado en una versión de Word, y el muy cachondo me lo ha subrayado con la rayita roja. No soy un hacha en el tema del lenguaje correctamente escrito pero uno tiene sus pequeños conocimientos, así que antes de corregirlo he pensado:

- ¿Que falta de ortografía tiene la palabra “señorito”?
- ¿Alguien se la encuentra?

Le he dado con el botón derecho, a ver que me sugiere y el muy mamón me dice que la cambie por, atentos a la pisada:

“Señoriíto”

No estáis leyendo mal, es la palabra sugerida. Dos íes latinas seguidas, la segunda acentuada. Es decir, el corrector ortográfico de Microsoft me corrige al estilo Gracita Morales, ole ole y ole tus cojones. Yo no le encuentro otra explicación.

Estoy tecleando sobre una chorrada que me he encontrado en un corrector ortográfico, ya tiene huevos. Debería dejarlo aquí, de verdad, no alargar esta demostración de tontería elevada al cubo por mi parte, pero es que también tiene sinónimos y no he podido resistirme a hacerle clic.
Y oye, que me ha encantado, me estoy echando unas risas, que se yo, lo mismo hay algo en el ambiente que me coloca o que ando tonto sin mas…
Esto es lo que aparece en el recuadrito, no tiene desperdicio:



Que se yo, le podríamos añadir:

Mamoncito (de mamón)
Pijito (de pijo)
Tontito (de Microsoft)

Podría dejar rematada aquí mi demostración, podría cerrar el Word y hacer algo productivo, pero claro, la curiosidad, esa hija de mil padres que marca mi camino, esa zorra inquisidora que no me deja vivir tranquilo…

¿Y si le doy donde pone “Sinónimos…”?

Aleeee, a tomar por culo la bicicleta, almas puras almas santas que catarbada de tontería…



¿Aristocraciecita? ¿Generosidadcita? ¿Pertenenciecita?

Lo voy a dejar aquí, va ser lo mas prudente (a buenas horas).